El Gobierno de Japón anunció que expulsará a ocho diplomáticos rusos de su territorio como represalia por los “crímenes de guerra” cometidos contra civiles ucranianos en la guerra de ese país, además de aplicar sanciones económicas adicionales.
El primer ministro nipón, Fumio Kishida, acusó a las tropas rusas de un “comportamiento inhumano, no sólo en Bucha, sino también en otras partes del país”, y citó entre ellos “los ataques a civiles y a instalaciones nucleares”, en una rueda de prensa este viernes.
“Se trata de crímenes de guerra que nunca pueden ser tolerados”, afirmó Kishida, quien suscribió así “la más firme condena” que el G7 emitió en la víspera a través de un comunicado conjunto.
Japón sigue así los pasos de países de la Unión Europea y de Estados Unidos, que en días previos anunciaron la expulsión de diplomáticos rusos tras difundirse imágenes de la matanza atribuida a las tropas invasoras en la ciudad de Bucha, al norte de Kiev.