La política de Defensa y Seguridad del nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha sido calificada como «ambiciosa», «audaz» y, para los más críticos, «provocadora». Petro llega al poder con dos propósitos en la materia: la «paz total» y la «seguridad humana»
La primera consiste en pactar tratados de paz con los casi 30 grupos armados vigentes en el país. La segunda intentará brindar seguridad ya no a través de la vigilancia o la persecución de criminales, sino de oportunidades, acceso a servicios básicos e infraestructura.
El hoy presidente, llegó a la presidencia tras una virtuosa carrera política de denuncia de la corrupción y de la violación de los derechos humanos. Su plan para la paz de Colombia va en esa línea: dejar atrás las estrategias guerreristas y persecutorias heredadas de la Guerra Fría, impulsar un debate internacional sobre la legalización de las drogas y transformar de raíz el modelo económico desigual que, según él, promueve la guerra en el país.
Petro tomo deciones en Seguridad y Defensa inéditas en la historia reciente de este país en guerra que han sacudido al sector castrense.
Todos los presidentes suelen hacer hacer cambios en las estructuras jerárquicas en las Fuerzas Armadas apenas llegan al poder. Ninguna, sin embargo, fue tan grande y simbólica como la de Petro.
En solo un mes, 70 generales y coroneles del Ejército y de la Policía — han sido removidos de sus cargos. Algunos porque están acusados de delitos; Los anuncios se han dado a cuentagotas, sin mecanismos formales. Hubo un grupo que fue informado de su despido en la medianoche. Otro cuyo nombramiento fue luego suspendido.
La preocupación de los expertos es la improvisación y que se saltaron mecanismos formales, tradicionales y académicos que solían dar la pauta para remociones y nombramientos.
Reformara los bombardeos.
El objetivo, es evitar que mueran civiles en los ataques a presuntos miembros de la guerrilla. Específicamente niños, que suelen ser reclutados de manera forzada y usados como escudo. La medida evidencia la preocupación por los derechos humanos. El ejército detalló que los bombardeos no cesarán, pero sí tendrán nuevos protocolos.
El nuevo gobierno también ha dicho que se propone reformar el Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (ESMAD), el cuerpo preparado para contener las protestas sociales.
Algunos expertos en su momento explicaron que el cuerpo respondía a las lógicas del conflicto armado, donde todo disidente del sistema era visto como un insurgente, y que por eso era necesario reformar la entidad con lineamientos más civiles que militares
Otra política que puede ser una diferencia sustancial entre Petro y los gobiernos anteriores tiene que ver con el narcotráfico, una problemática que históricamente se ha abordado desde los ámbitos de la Seguridad y la Defensa en alianza con Estados Unidos. Lo que parece una política de salud es, sin embargo, un cambio en el campo militar,