El presidente de EE.UU., Joe Biden, pidió a las empresas y organizaciones privadas en su país que «cierren sus puertas digitales», alegando que informes de inteligencia sugieren que Rusia está planeando un ataque cibernético.
Las autoridades cibernéticas de Reino Unido también respaldan los pedidos de la Casa Blanca de «mayores precauciones de seguridad cibernética», aunque no han aportado ninguna evidencia de que Rusia esté planeando un ataque de ese tipo.
Rusia declaró anteriormente que tales acusaciones son «rusofóbicas».
Sin embargo, Rusia es una superpotencia cibernética con un arsenal importante de herramientas cibernéticas y piratas informáticos capaces de ataques disruptivos y potencialmente destructivos.
Ucrania relativamente no se ha visto perturbada por las ofensivas cibernáticas rusas, pero los expertos ahora temen que Rusia pueda emprender uno de estos ataques contra los aliados de Ucrania.
BlackEnergy: ataque dirigido a infraestructuras cruciales
Ucrania a menudo se describe como el patio de recreo de la piratería informática de Rusia, que ha llevado a cabo ataques allí aparentemente para probar técnicas y herramientas.
En 2015, la red eléctrica de Ucrania se vio interrumpida por un ataque cibernético llamado BlackEnergy, que causó un apagón a corto plazo para 80.000 clientes de una empresa de servicios públicos en el oeste de Ucrania.
NotPetya: destrucción incontrolable
Se cree que NotPetya es el ataque cibernético más costoso de la historia y las autoridades de EE.UU., Reino Unido y la UE han culpado a un grupo de hackers militares rusos.
El software destructivo se ocultó en una actualización de un popular software de contabilidad utilizado en Ucrania, pero se extendió por todo el mundo destruyendo los sistemas informáticos de miles de empresas y causando daños por aproximadamente US$10.000 millones.