El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció este jueves su dimisión tras el último escándalo que sacudió su gobierno y provocó una cascada de renuncias en el ejecutivo.

«Es clara la voluntad de los parlamentarios del Partido Consevador de que haya un nuevo líder del partido y, por tanto, un nuevo primer ministro», dijo Johnson en una declaración pública.

«Quiero agradecerles a ustedes, el público británico, por el inmenso privilegio que me han dado», afirmó, antes de agregar que nadie es «remotamente indispensable» y expresar su tristeza por abandonar lo que calificó como «el mejor trabajo del mundo».

Johnson se retiró como líder de su formación pero dijo que continuará como primer ministro hasta que su partido elija un sucesor. Permaneceré hasta que un nuevo líder sea elegido», manifestó, agregando que el proceso para ello comenzará la próxima semana y que él le dará todo el apoyo que pueda.

Johnson explicó que trató de persuadir a sus colegas de que «sería excéntrico cambiar de gobierno cuando estamos cumpliendo con tanto y cuando tenemos un mandato tan amplio».

Previo a su declaración, el líder laborista, Keir Starmer, demandó que Johnson dimitiera como primer ministro inmediatamente y agregó que no es justo para el país que se quede en el cargo.

«Se tiene que ir, no puede aferrarse», dijo Starmer.

«Su propio partido decidió que llegó la hora, así que no pueden imponérselo al país durante los próximos meses».

Por jsamboy1